Fecha de publicación: 16/08/24
Dr(a). Maryangel Virginia Moreno
Cuándo preocuparse por una picadura de insecto en niños

Las picaduras de insectos son una causa común de consulta médica en pediatría, especialmente durante los meses más cálidos cuando los niños pasan más tiempo al aire libre. Aunque muchas veces estas picaduras son inofensivas y solo causan molestias leves, en ciertos casos pueden desencadenar reacciones alérgicas graves que requieren atención médica urgente. Es importante que como padres, estemos atentos a los síntomas que pueden surgir tras una picadura y sepamos cómo actuar ante ellos. A continuación, te explicaré los síntomas más comunes, los factores de riesgo, cómo identificar qué insecto pudo haber picado a tu hijo y las opciones de tratamiento más efectivas.

Síntomas a tomar en cuenta

Cuando un insecto pica a un niño, el cuerpo puede reaccionar de varias maneras, dependiendo del tipo de insecto y de la sensibilidad del niño. Es importante observar cuidadosamente la piel de tu hijo después de una picadura y estar alerta a los siguientes síntomas locales:

- Dolor: Es uno de los primeros síntomas que aparece después de la picadura. Puede ser leve o intenso, dependiendo del insecto y de la cantidad de veneno inyectado.

- Enrojecimiento: La piel alrededor de la picadura suele ponerse roja debido a la inflamación. Este enrojecimiento puede extenderse más allá del sitio de la picadura si la reacción es más severa.

- Picazón: La picazón es un síntoma común que a menudo acompaña al enrojecimiento y puede ser muy molesta para el niño.

- Hinchazón: La zona afectada puede hincharse, a veces considerablemente, y esto puede durar desde unas pocas horas hasta varios días.

- Calor: El área alrededor de la picadura puede sentirse caliente al tacto, lo que indica una respuesta inflamatoria del cuerpo.

- Sangrado leve o supuración: En algunos casos, puede haber un pequeño sangrado o supuración de líquido claro desde el sitio de la picadura, especialmente si el niño se rasca.

- Zonas rojas elevadas (urticaria): Algunas picaduras pueden causar la aparición de urticaria, que son manchas rojas elevadas en la piel que pueden extenderse por otras partes del cuerpo.

Si bien estos síntomas son comunes y generalmente no son graves, existen ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de una reacción más severa.

Factores de riesgo

Existen ciertos factores que pueden aumentar la probabilidad de que un niño desarrolle una reacción grave a una picadura de insecto. Estos factores deben tomarse en cuenta y, en caso de presentarse alguno de los síntomas a continuación, es fundamental acudir a emergencias lo antes posible:

- Problemas para respirar o silbidos: Si tu hijo comienza a tener dificultades para respirar o si escuchas un sonido silbante al inhalar o exhalar, esto puede ser un signo de una reacción alérgica severa, conocida como anafilaxia.

- Cosquilleo en la garganta: La sensación de cosquilleo o de que la garganta se está cerrando es otro signo de una posible reacción anafiláctica.

- Tos: Una tos repentina y persistente después de una picadura de insecto puede ser un indicio de que las vías respiratorias están afectadas.

- Opresión en la garganta o en el pecho: Si tu hijo se queja de que siente presión o dolor en el pecho o la garganta, esto podría indicar una respuesta alérgica grave.

- Náuseas y vómitos: Estos síntomas pueden aparecer junto con otros signos de anafilaxia y requieren atención médica inmediata.

- Mareo o desmayo: Si tu hijo se siente mareado o llega a desmayarse, es posible que la presión arterial esté bajando peligrosamente, lo que es común en casos de anafilaxia.

- Alteración del sueño asociada: Después de una picadura, algunos niños pueden volverse ansiosos, lo que puede afectar su sueño (1).

- Comezón y salpullido en otras partes del cuerpo no cercanas a la picadura: Esto puede ser un signo de que la reacción alérgica se está extendiendo.

- Transpiración: La sudoración excesiva, especialmente si está acompañada de otros síntomas, es un indicador de una reacción alérgica grave.

Estos síntomas pueden indicar que tu hijo está sufriendo una reacción alérgica sistémica, conocida como anafilaxia, que es potencialmente mortal si no se trata a tiempo.

Anafilaxia

La anafilaxia es una reacción alérgica severa y generalizada que puede ser desencadenada por alimentos, medicamentos, picaduras de insectos o incluso por desencadenantes desconocidos (2). En bebés y niños pequeños, este tipo de reacción es particularmente peligrosa porque ellos no siempre pueden expresar lo que sienten. Los síntomas de la anafilaxia en este grupo de edad suelen ser cutáneos, como enrojecimiento, urticaria y, en algunos casos, síntomas gastrointestinales como vómitos y diarrea.

El manejo a largo plazo de la anafilaxia incluye la identificación del alérgeno causante, que en este caso podría ser el veneno de un insecto. También es vital educar a los padres sobre cómo reconocer los síntomas de una reacción alérgica y qué hacer en caso de emergencia. Esto incluye la prescripción de un autoinyector de epinefrina, que debe estar disponible en todo momento si tu hijo ha sido diagnosticado con una alergia severa. También es recomendable que tu hijo lleve un plan de emergencia que detalle los pasos a seguir en caso de una reacción alérgica.

¿Cómo saber qué fue lo que picó a mi hijo?

Identificar qué insecto picó a tu hijo puede ser difícil, pero hay ciertas características que pueden ayudarte a sospechar. Por ejemplo, las picaduras de mosquitos suelen ser pequeñas y rojas, con una picazón intensa pero local. Las picaduras de abejas o avispas, en cambio, tienden a ser más dolorosas y pueden dejar una marca visible en la piel, a veces incluso con el aguijón incrustado.

En el caso de picaduras de hormigas, la piel se inflama, puede aparecer pus y, en algunos casos, se puede generar una ampolla. Por otro lado, las picaduras de araña pueden tener un aspecto de diana, con un centro pálido rodeado de un anillo rojo, y suelen causar mucho picor. Dependiendo de la especie de araña, las picaduras pueden ser más severas y requerir atención médica.

Si sospechas que tu hijo podría tener una alergia a las picaduras de insectos, especialmente si ha tenido reacciones graves en el pasado, es recomendable consultar con un alergólogo pediátrico. En algunos casos, se pueden realizar análisis para identificar el alérgeno específico y, si es necesario, considerar la desensibilización como una opción de tratamiento a largo plazo.

Tratamiento

El tratamiento de una picadura de insecto dependerá de los síntomas que presente tu hijo, su edad y su estado de salud general. En la mayoría de los casos, las reacciones son leves y no ponen en riesgo la vida, pero es fundamental saber cuándo es necesario buscar ayuda médica.

- Reacciones locales o locoregionales: Si la reacción es leve, se pueden utilizar antihistamínicos para aliviar la picazón y la inflamación (3). Aplicar torundas con alcohol en la zona afectada puede ayudar a reducir el dolor y la hinchazón. En algunos casos, el uso de corticoides locales puede ser recomendado para disminuir la inflamación.

- Antecedentes de anafilaxia: Si tu hijo ha tenido una reacción anafiláctica en el pasado, es esencial que tengas a la mano un botiquín de emergencia que contenga un antihistamínico y dos plumas autoinyectables de epinefrina. La epinefrina es el tratamiento de elección para una reacción anafiláctica y puede salvar la vida de tu hijo en caso de una emergencia.

- Desensibilización: En casos de reacciones anafilácticas graves, se puede considerar la desensibilización, que es un tratamiento que consiste en administrar dosis pequeñas y controladas del alérgeno para "entrenar" al sistema inmunológico a no reaccionar de manera exagerada.

Es importante recordar que, aunque la mayoría de las picaduras de insectos no son peligrosas, siempre es mejor prevenir que lamentar. Mantener a tu hijo alejado de las áreas donde es probable que haya insectos, usar repelentes adecuados y vestir ropa que cubra la mayor parte del cuerpo puede ayudar a reducir el riesgo de picaduras.

Las picaduras de insectos en niños son comunes, y aunque la mayoría de las veces solo causan molestias leves, es fundamental estar atentos a los síntomas que podrían indicar una reacción más grave. Saber identificar estos síntomas, reconocer los factores de riesgo y actuar rápidamente en caso de una reacción alérgica puede hacer la diferencia entre una situación manejable y una emergencia médica. Como siempre, si tienes dudas o preocupaciones, no dudes en agendar a través de Dr Now para obtener orientación específica sobre el cuidado de tu hijo.

1. Kamath S, Kenner-Bell B. Infestations, Bites, and Insect Repellents. Pediatr Ann. 2020 Mar 1;49(3):e124-e131. doi: 10.3928/19382359-20200214-01. PMID: 32155278.

2. Ramsey N, Wang J. Manejo de la anafilaxia en bebés y niños pequeños. Immunol Allergy Clin North Am. 2022 Feb;42(1):77-90. doi: 10.1016/j.iac.2021.09.006. PMID: 34823752.

3. Thimmesch M, Fagnard M, Iordachescu M, El Abd K. Comment j'explore... une sospecha d'allergie aux piqûres d'insecte chez l'enfant [Cómo exploro... sospecha de alergia al veneno de insectos en niños]. Rev Med Lieja. 2022 diciembre;77(12):739-744. Francés. PMID: 36484753.